martes, 27 de diciembre de 2011

Red ambientalista destaca

Extraído del diario el telégrafo 27/12/11
La red ambientalista Acción en Plaguicidas y sus alternativas en América Latina (Rap-al) hizo público su beneplácito por la prohibición del plaguicida orgánico persistente endosulfán y felicitó “a todos quienes, tanto desde fuera como desde dentro del Estado colaboraron para que se hiciera realidad”. “El estado Uruguayo ha optado por proteger la salud de los niños con el cambio de regulación de las aplicaciones aéreas y terrestres en las cercanías de las escuelas rurales y el cuidado de toda la población e impactos ambientales con la prohibición del insecticida endosulfán”, sostuvo.
En representación de la red, María Isabel Cárcamo recordó que a fines de marzo el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) prohibió las aplicaciones aéreas y terrestres mecanizadas de agrotóxicos en cultivos que se encuentren respectivamente a menos de 500 y 300 metros de predios de centros educativos, “para disminuir el riesgo de exposición de sustancias intrínsecamente peligrosas”.
“En diciembre 2008 el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) resolvió prohibir la aplicación aérea de agrotóxicos en todo tipo de cultivo, a una distancia inferior a 50 metros y las aplicaciones terrestres a una distancia inferior a 30 metros del límite del predio de escuelas rurales. Dicha resolución exhortó a que las aplicaciones tanto aéreas como terrestres, se efectúen en días inhábiles o fuera del horario escolar. Hasta esa fecha se podía fumigar sobre las escuelas sin contar con ninguna medida que lo prohibiese. Esta resolución puso fin a una práctica de largos años que ocurría en las inmediaciones de las escuelas rurales”, dijo.
En mayo del 2004 el MGAP había establecido una zona de exclusión de 500 y 300 metros respectivamente para la aplicación aérea y terrestre de agrotóxicos en zonas urbanas, suburbanas y centros poblados. “En ese contexto, no se explica por qué se fue más permisivo cuando se trata de una escuela rural, permitiendo que las fumigaciones se acercasen 10 veces más a los niños (50 y 30 metros). Afortunadamente el cambio de regulación finalmente se concretó. Siendo este, el resultado de negociaciones con distintos entes del Estado, que de otra manera no hubiera sido posible que se consolide dicha medida”, explicó.
Endosulfán prohibido
El Convenio de Estocolmo, del cual Uruguay es parte, que se refiere a ciertas sustancias químicas conocidas como Contaminantes Orgánicos Persistentes por su persistencia y bioacumulación y por causar efectos negativos en el ambiente y la salud de las personas. Alcanza una serie de sustancias químicas, algunas de las cuales pueden ser utilizadas como plaguicidas, para las que se establecen medidas de eliminación.
A su vez en la quinta Conferencia de las Partes del Convenio, celebrada en Ginebra en el mes de abril del 2011, se incluyó el endosulfán, insecticida usado ampliamente en la soja transgénica en nuestro territorio, como parte de la lista de contaminantes cuya producción y uso se pretende eliminar.
En este marco, Uruguay decretó su prohibición el pasado 5 de diciembre. La prohibición comprende toda forma de uso, incluyendo agropecuaria, industrial, doméstico, sanitario y cualquier otra forma de utilización posible de dichas sustancias.
“El estado Uruguayo ha optado por proteger la salud de los niños con el cambio de regulación de las aplicaciones aéreas y terrestres en las cercanías de las escuelas rurales y el cuidado de toda la población e impactos ambientales con la prohibición del insecticida endosulfán. RAPAL Uruguay desea hacer público su beneplácito por la adopción de tales medidas y felicitar a todas y todos quienes, tanto desde fuera como desde dentro del Estado colaboraron para que las mismas se hicieran realidad”, dijo Cárcamo.