sábado, 26 de mayo de 2012

Para el escrito, el material es ACIONES HUMANAS DISTORSIONANTES.

uruguay libe de Vinchuca

URUGUAY LIBRE DE VINCHUCA

Uruguay es el primer país latinoamericano libre de vinchuca, según anunciaron ayer las autoridades sanitarias. Ante esto, el presidente José Mujica dijo que, en gran medida, es “obra de los maestros rurales, que educaron a los niños y fueron los niños que educaron a los padres”, informó Montevideo Portal.
Las autoridades y los representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) comunicaron ayer que Uruguay es el primer país latinoamericano libre de la vinchuca, un insecto que transmite el mal de Chagas, enfermedad frecuente en la región.
“La comisión nacional de zoonosis ha logrado, al cabo de varios años de trabajo, que Uruguay se convierta en el primer país que elimina el Triatoma infestans, la vinchuca, del territorio”, recalcó el presidente de la Comisión Nacional de Zoonosis, Ciro Ferreira.
“Este es un ejemplo para América Latina, seguramente va a ser el vagón de avanzada para que otros países lo puedan hacer en el futuro”, agregó.
Durante la conferencia en la cual se anunció la noticia, Ferreira explicó que desde 1997 no se registra la transmisión de la enfermedad ni a través de la vinchuca ni por vía transfusional, a lo que se suma la eliminación del insecto en el territorio nacional, conseguida este año. Hasta ahora, los focos se localizaban en los departamentos de Tacuarembó, Rivera y Colonia, publicó Montevideo Portal.
No obstantes, todavía existen en Uruguay entre 40.000 y 50.000 personas infectadas con el mal, de los cuales unos 20.000 son considerados crónicos.
El insecto, que habita en viviendas de adobe, gallineros y galpones en malas condiciones higiénicas, “se eliminó a través de la mejora de la vivienda y la fumigación del domicilio y peri-domicilio”, explicó Ferreira.
Asimismo, Mujica recalcó el papel de la educación en la erradicación del vector: “Ha sido erradicado no solo por autoridades sino que es en gran medida la obra de los maestros rurales, que por todas partes educaron a los niños y fueron los niños que educaron a sus padres”, afirmó.
“Tenemos una gran chance pero no debemos bajar la guardia, porque en el medio ambiente de la región latinoamericana hay mucha vinchuca infectada por todas partes y va a depender que tengamos una actitud activa”, manifestó el presidente de la República.
Alonso Parra, consultor de OPS, estuvo de acuerdo con esta idea: “el país tiene que mantener los esfuerzos porque los éxitos en salud pública son bastante vulnerables”.
“Hay que mantener las acciones, la coordinación con otros sectores, vivienda, desarrollo rural, educación, para que estos resultados se mantengan en el tiempo y el impacto sea permanente”, añadió.
En otro orden, Eduardo Levcovitz, representante de la OPS en Uruguay, dijo a la AFP que la organización confía en que “en breve” Chile seguirá a Uruguay en la eliminación del insecto transmisor y que más adelante lo harán Brasil y Argentina, informó Montevideo Portal.
En América Latina, el Chagas es una de las endemias más expandidas, con unas 10 millones de personas infectadas, según estimaciones de la OPS, y causa más de 12.000 muertes anuales. En su fase crónica la enfermedad provoca graves lesiones cardíacas e intestinales que pueden llevar a la muerte.

lunes, 21 de mayo de 2012

Acciones humanas distorsionantes

Aterradora consecuencia del bienestar mal administrado: el subdesarrollo contamina menos.

Están en medio de corrientes marinas en el Pacífico Norte y el Atlántico Norte, los lugares más beneficiados por el desarrollo económico; no le pueden echar la culpa a los países subdesarrollados ni decir, como hicieron con el agujero de ozono, que esa cosa horrible ocurría en el hemisferio sur, pero no se animaba a afectar a las grandes potencias.
No señor, estas monstruosas aglomeraciones de basura oceánica constituyen una sanción de la naturaleza al consumismo desaforado, una consecuencia de la guerra del packaging y de la irresponsabilidad de capitanes o compañías que desagotan en el océano sus mugrientas sentinas. Y a muchas otras conductas desaprensivas.
Naturalmente estas cosas no ocurrían u ocurrían en menor grado, cuando los habitantes del planeta no habíamos llegado a los siete mil millones. También es la fiesta de los agoreros que sin mucho trabajo, encuentran otra manera de asustar con el fin del mundo; que vendrá en su momento aunque nadie lo anuncie o precedido de clarinadas de arcángeles. ¡Andá a saber!


Ahí están las imágenes que son demasiado elocuentes como para andar con explicaciones pormenorizadas. Pero vale la pena detenerse en algunas de las soluciones más transitadas en internet, como la de desistir del plástico en las bolsas de los supermercados y acudir nuevamente a los envases y envoltorios de papel o cartón. Ciertamente, el papel y el cartón son rápidamente biodegradables, pero ¿y los bosques que hay que talar para producir papel?
Más que “islas” o “manchas”, estas acumulaciones son como una sopa de basura, sopas tóxicas que se van concentrando en medio de los giros de las corrientes marinas, donde crece y crece hasta tocar las costas de América y de Asia en el caso de la surgida en el Pacífico Norte. La del Atlántico norte es algo menor en tamaño, pero ya es muy alarmante.

Echándole la culpa al tsunami de Japón
Tan poco visible era entre 1985 y 1988, que no fue descubierta sino prevista en esos años por la National Oceanic And Atmospheric Administration de Estados Unidos. Esa organización encontró altas concentraciones de desechos marinos siguiendo el curso de las corrientes y predijo que en el centro debía existir un gran depósito. Luego vino el trabajo experimental de Charles Moore, un yachtman e investigador oceánico que al regresar de una competencia en el Pacífico, regresó a puerto acompañado por mucha basura oceánica. Él y el oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer son los responsables de la concientización acerca de este fenómeno, que ellos denominaron Eastern Garbage Patch.
Hay mucha especulación, pero según la Wikipedia es bastante serio suponer que el área puede contener cerca de 100 millones de toneladas de desechos. También se ha sugerido que la mancha puede presentar dos zonas de basuras, que están vinculadas.
Al parecer, el 80% de la basura proviene de zonas terrestres y el 20% de barcos del océano. Las corrientes portan desechos desde la costa oeste de Norteamérica hacia el vórtice en unos 5 años, y los desechos de las costa este de Asia en un año o menos. Un proyecto internacional liderado por Hideshige Takada, de la Universidad de Tokio, estudió granos de plástico de playas del mundo para prever futuras pistas acerca del origen de los plásticos oceánicos, incluyendo los del lote de basura oceánico del Pacífico.



La mancha de basura tiene uno de los más altos niveles de partículas plásticas suspendidas en la superficie del agua, por ello es una de las regiones oceánicas en que los investigadores han estudiado sus efectos y el impacto de la fotodegradación plástica de los residuos flotantes sobre la capa del agua. A diferencia de los desechos biodegradables, los plásticos fotodegradables se desintegran en pedazos más pequeños, aunque permanecen siendo polímeros. Este proceso continúa hasta llegar a nivel molecular.
Como los desechos plásticos flotantes fotodegradables se convierten en trozos más pequeños cada vez, se concentran en la parte superior hasta que se desintegran, y el plástico al final llega a ser de un tamaño tan pequeño que puede ser comido por los organismos marinos que viven cerca de la superficie del océano. Por lo tanto, los residuos de basura entran por completo en la cadena alimenticia, pues su concentración es mayor a la del plancton y es confundible con aquella.
Las partículas de plástico flotante se asemejan al zooplancton, por lo cual puede ser consumido accidentalmente por las medusas o confundido con ellas. Muchos desechos de larga duración terminan en los estómagos de las aves marinas y animales del mar, incluyendo tortugas del océano y albatros de patas negras, siendo estas partículas un riesgo para la vida marina. Aparte de los residuos contaminantes del agua del mar, estos residuos flotantes traen otro tipo de contaminantes tales como sustancias químicas tóxicas capaces de afectar a los humanos cuando consumen productos marinos.


Por lo menos 267 especies marinas son afectadas por estas manchas de basura y no creas que nosotros los uruguayos, estamos a salvo de toda esta barbaridad. Por ejemplo, se ha demostrado que la mayor frecuencia de aguas vivas en nuestras playas está relacionada con la disminución de sus predadores naturales, como las tortugas marinas y otras especies que se alimentan de ellas. La desaparición de tortugas está también vinculada con el aumento de bolsas plásticas en los océanos, pues el animal las confunde justamente con aguas vivas que son su alimento más frecuente.
Por ahora no se ha alertado acerca de islas de basura en los vórtices de las corrientes marinas del hemisferio sur. Ciertamente en nuestro hemisferio no existen las concentraciones de consumismo que hay en las costas de Europa, América del Norte y Noreste de Asia, pero podría arriesgarse que tenemos aún menor responsabilidad que los norteños respecto a nuestros desperdicios. En general aunque no en todos los casos, Uruguay trata los deshechos antes de entregarlos al mar no solo para deshacerse de ellos, sino también porque el agua (y el agua salada más) es el solvente universal y gran degradador. Los residuos solidos se disponen como relleno, las sustancias aprovechables son separadas por los hurgadores (no alcanza para justificarlos ni para justificar su penosa existencia) y poco o nada se hace para transformar los residuos orgánicos en energía.
Todo lo cual no impide que las bolsas y envases plásticos que arrojamos a la basura, las que se escapan de los contenedores, las que se liberan gracias a nuestra irresponsabilidad, terminen en nuestros ríos, colgadas de los árboles o formando un sólido piso en las proximidades del colector. Todos estamos en deuda con el medio ambiente.
Podría vaticinarse que no transcurrirá mucho tiempo antes de que se encuentren islas de inmundicias semejantes en nuestro Atlántico Sur y en todos los mares del hemisferio. La mancha de de basura del Atlántico Norte se descubrió recién en el 2010. Se asegura en la Wikipedia que su tamaño se estima en cientos de kilómetros de largo, con una densidad de 200.000 fragmentos de basura flotante por kilómetro cuadrado. La zona de detritos cambia de posición en 1600 km norte y sur estacionalmente, y se desplaza aún más lejos durante el fenómeno climático de El Niño.

Tortugas y Albatros. Imagino que pocos de los lectores han tenido experiencia con albatros, una de las mayores víctimas de estas sopas inmundas junto con las tortugas marinas. No es mi caso. En nuestras frecuentes incursiones a la Isla de las Gaviotas, encontramos un albatros con un ala quebrada y como yo había logrado recuperar un pingüino impregnado de petróleo, me encomendaron la tarea de tratar de salvarlo. Todavía no existía el magnífico proyecto de rescate de Punta Colorada.
El albatros es una de las aves más bellas e impresionantes del mundo. El que llega acá y ocasionalmente frecuenta la isla, es el de pico fino, un gigantesco bicho de 2,20 metros de envergadura. Necesitó mucho espacio en el fondo de mi casa para desplegar esas alas e intentar asustarme. No lo logró, como tampoco lo logró el pingüino, aunque ambos me dejaron cicatrices en los brazos que durarán hasta mi muerte. Traté de alimentarlo con majuga, con calamares, camarones y hasta mejillones, pero no hubo caso, no quiso comer, quiso enfrentar su destino con la muerte. Como es un animal fielmente monógamo, probablemente no resistió la pérdida de su familia… al menos es lindo suponer esto.
No imaginan lo triste que es ver claudicar a un ave tan hermosa y poderosa, aunque en este caso no es posible responsabilizar al plástico. Más posible es un humano sin otra cosa en la que practicar su puntería.


Formidable aporte de un fotógrafo. Aconsejo una visita a http://www.squidoo.com/midway-journey, donde se da cuenta de la labor de Chris Jordan, un fotógrafo especializado en el medio ambiente, quien al visitar el atolón de Midway para tomar registro de los albatros gigantescos que allí viven, se encontró cara a cara con la basura oceánica.
Ocurre que este conjunto de tres islas en el Pacífico norte es, junto con Hawaii, uno de los lugares más afectados por la concentración de basura y como era de esperar, Chris no la pasó por alto sino que la documentó para contribuir a que el mundo despierte de su siesta irresponsable.
Más que las fotos, algunas de las cuales ilustran este artículo, impresionan sus videos de los cuales reprodujimos solo los que colgó en Youtube para que todos tuviéramos la misma impresión que él tuvo de este inquietante fenómeno.
Una última para inquietarte un poquito más: se comprobó que lo que se ve, es decir lo que flota, no es todo lo que contienen estas sopas de porquerías. Agrupadas en función de su densidad, las partículas en suspensión llegan hasta el lecho de los océanos, sea cual sea su profundidad.





lunes, 7 de mayo de 2012

La gente se moviliza

“No hemos tenido respuestas”
Los vecinos de Guichón sostienen que a pesar que desde 2008 están movilizados por este tema, no han tenido ningún tipo de respuestas por parte de las autoridades locales, departamentales o nacionales.
“En aquella época comenzamos a manifestar nuestra preocupación ante las autoridades por la aparición de los primeros monocultivos de eucaliptos en la cuenca del arroyo Guayabo. Recuerdo que en aquel momento era el ingeniero Berterreche quien estaba al frente de la Dirección Forestal. En esa instancia le hicimos llegar nuestra preocupación y a partir de entonces, hemos estado exigiendo permanentemente a las autoridades que se realicen análisis profundos del agua que estamos consumiendo, tanto del lecho del arroyo como de la planta potabilizadora”, dijo a EL TELEGRAFO Marcelo Fagúndez, quien aportó fotos de la planta potabilizadora de Guichón y fotos satelitales con el detalle de la distancia entre los cultivos y la planta de OSE a las comisiones de Salud y Medio Ambiente del Senado.
“Muchas de las autoridades departamentales que consultamos se enteraban, en el momento en que les estábamos planteando el problema, que no se estaba haciendo el análisis agrotóxico del agua. Sabemos que este problema se plantea en muchas localidades, no solo en Guichón”, agregó. Mencionó también que hace un año la Comisión de Medio Ambiente que instaló en Guichón el Municipio y la Intendencia (luego de la aparición de numerosas latas con restos del agroquímico endosulfán en el basurero de esa ciudad) comprometió análisis de agroquímicos en el agua que no se han realizado. “Nos prometieron que iban a hacer un convenio con el LATU y reconocieron que no se estaban haciendo los análisis; hasta hoy no se nos ha hecho llegar nada”.
Fagúndez consideró que en el caso de la UPA de Termas de Almirón, que es un centro turístico importante para el departamento, también debe establecerse un zona de exclusión para fumigaciones.
“Cualquiera de ustedes que concurra a un centro termal y vea un avión fumigador a 200 o 300 metros no va a quedar muy tranquilo. Quiere decir que no solo estaríamos protegiendo y salvaguardando la salud, sino también el turismo. El Estado nos vende agua potable, por lo tanto, nosotros exigimos que el agua que consumimos, no solo en la localidad de Guichón sino en otras del interior del país, tenga controles profundos de agroquímicos y que realmente estemos pagando por agua potable para consumo de nuestros hijos y de nuestra comunidad”, afirmó.

Contaminación del agua

Guichonenses llevan al Parlamento preocupación
por posible contaminación del agua con agroquímicos
Las comisiones de Medio Ambiente y Salud Pública del Senado recibieron a representantes de los vecinos de Guichón que, asesorados por la Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América Latina (Rapal), expusieron su preocupación por la posibilidad de contaminación con agroquímicos del agua potable que se consume en Guichón y Termas de Almirón y reclamaron la necesidad de que sean realizados análisis específicos para su detección.
También preocupa la situación de las Usinas Potabilizadoras de Agua (UPA) puesto que no hay regulación que establezca zonas de exclusión de fumigaciones en sus cercanías, así como la existencia de plantíos de soja en la zona de cursos desde los cuales luego se extrae agua para el consumo humano.
Los vecinos y Rapal solicitan ampliar la regulación en las distancias de las fumigaciones, tanto terrestres como aéreas, en las cercanías de las fuentes de agua; prohibir las fumigaciones aéreas de agrotóxicos a una distancia inferior a 500 metros y terrestre a 300 metros del límite de las UPA (como actualmente rige para centros poblados y escuelas rurales), controlar el estado del agua por OSE, hacer análisis de residuos de agrotóxicos en forma periódica, tanto para el agua bruta como la potable, así como se hace para otras sustancias; eliminación de sustancias altamente tóxicas para el agua como el herbicida Azatrina, y prohibir las fumigaciones aéreas los días de viento.
RECLAMAN ANÁLISIS PERIÓDICOS
Marcelo Fagúndez, quien reside en Guichón y forma parte de un grupo de vecinos movilizados por el medio ambiente, junto con María Isabel Cárcamo, integrante de Rapal, afirmaron que “este modelo de agricultura industrial, liderada por el cultivo de la soja transgénica, desde su introducción ha generado un crecimiento sustancial en el uso de agrotóxicos” y, en contrapartida, OSE no cuenta con la capacidad técnica para hacer análisis periódicos de residuos de agrotóxicos en el agua.
“Este modelo de contaminación avanza a pasos agigantados y no se acompasa con las necesidades. Un ejemplo de ello es el cumplimiento en las regulaciones ya existentes, así como también la falta de capacidad técnica para cumplir con lo que ya está establecido. Este es el caso concreto de los análisis periódicos de los residuos de agrotóxicos. Hace dos semanas --quiero hacer hincapié en esto-- tuvimos una reunión con el subdirector de OSE, quien nos dijo que estaban en conocimiento de la posibilidad de que existieran residuos de agrotóxicos en el agua, pero que no contaban con la capacidad técnica para poder hacer análisis periódicos en todas las Usinas Potabilizadoras del país”, dijo Cárcamo.
En Uruguay existen 98 Unidades Potabilizadoras de Agua (UPA). “Son superficies totalmente abiertas y no existe regulación respecto a las cercanías de ellas. Se puede fumigar arriba de las UPA, son abiertas, se fumigan y todos los residuos caen allí. Repito: no existe regulación aérea ni terrestre respecto a las cercanías de las UPA”, añadió.
En este sentido, recordó a los legisladores que la norma 833/20/08, elaborada por entes del Estado y publicada por el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas, establece un conjunto de requisitos que debe cumplir el agua potable para el consumo humano, cualquiera sea su fuente de captación, tipo de tratamiento, producción y sistema de distribución. En la misma se habla de sustancias varias a controlar y analizar, entre las cuales se encuentran los agrotóxicos. “Sin embargo, en este momento no está claro si se están haciendo los análisis, con qué frecuencia se hacen y con qué valores aplicados”, dijo.
Señaló también que en febrero de 2008 la Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca resolvió establecer mayor restricción a la aplicación de productos fitosanitarios cuando se realiza en cultivos próximos a corrientes naturales de agua o fuentes de agua superficial. No obstante, Rapal considera insuficiente que se prohibieran las fumigaciones aéreas a menos de 30 metros de las corrientes naturales o fuentes superficiales de agua y las aplicaciones terrestres a 10 metros de la misma.
La representante de Rapal también manifestó preocupación por el uso de un herbicida llamado Azatrina, que incluso en dosis muy pequeñas causa efectos graves en la salud de la gente, específicamente en el sistema endócrino.
“En los últimos años, la contaminación del agua por agrotóxicos ha sido una preocupación manifestada por distintos actores de la sociedad, incluso en el 2010 se encontraron residuos de este herbicida en Santa Lucía”. “Nos preguntamos si se encontró Azatrina en el río Santa Lucía de forma casual o fue porque se realizaron estudios periódicos. Esta misma pregunta se la hicimos al señor subdirector de OSE y respondió que periódicamente se realizaban análisis. Cabe preguntarse, entonces, con qué frecuencia se realizan esos estudios y cuáles son los valores aplicados. Asimismo, se le preguntó al subdirector de OSE qué ocurre en otras Unidades Potabilizadoras de Agua del resto del país. Nos respondió que existen problemas técnicos. Es cierto, porque quienes trabajamos en el tema de los agrotóxicos sabemos que para realizar análisis se debe saber, específicamente, qué es lo que se está buscando. No se puede realizar un análisis a nivel general, debe estar dirigido a la sustancia que se desea encontrar. Obviamente, si no busco esa sustancia, no la voy a encontrar”, agregó.
PREOCUPACIÓN GUICHONENSE
La principal preocupación de los vecinos de Guichón respecto a este tema se refiere a la posibilidad de existencia de residuos tóxicos en el agua que consume la población de dicha ciudad, puesto que la usina potabilizadora es a cielo abierto y a 70 metros están los plantíos de soja que periódicamente son fumigados.
“Vivo en Guichón, que es una localidad de 5.000 habitantes que se abastece de agua por una Unidad Potabilizadora. De alguna manera, estamos siendo afectados por la cercanía de la soja, que llega hasta 70 metros de donde está instalada la Unidad Potabilizadora. También se encuentra cerca del cultivo de soja y del monocultivo de eucaliptos la cuenca del arroyo Guayabo, que es de donde extrae agua la Unidad Potabilizadora. Este arroyo también suministra agua a la potabilizadora de las termas de Almirón”, explicó Marcelo Fagúndez.
“Junto a otro grupo de vecinos hemos tratado de concientizar a la población acerca de lo grave de la situación y de los problemas que estos productos pueden causar a la salud. Y es por esta razón que asociamos muchas enfermedades de nuestra comunidad a las fumigaciones con agrotóxicos hechas sobre la UPA y en el arroyo Guayabo. La gente está más guardiana y siente un rechazo al avión cuando está fumigando, y es por eso que las empresas sojeras optaron por fumigar de noche”.
“Hemos constatado que algunas noches se ha fumigado a pesar del viento. Además, estamos prácticamente seguros de que las derivas llegan a la pileta de decantación que tiene la UPA que, repito, es a cielo abierto”, añadió. Dijo que en opinión del grupo de vecinos que representa antes de la llegada de la soja a gran escala “no teníamos tantos problemas de salud en la población” aunque reconoció que no hay estudios hechos, “si bien se los solicitamos al director del Hospital en su momento para elaborar una estadística sobre enfermedades puntuales a fin de saber si se han incrementado o no”.
“Nos preocupa mucho que no se hagan análisis, ya que tenemos al alcance de nuestras manos información sobre la peligrosidad de los productos utilizados. Cuando se fumiga en la zona, nos da un poco de temor abrir las canillas y la verdad es que no todos pueden comprar agua embotellada”, sostuvo.