domingo, 25 de abril de 2010

Calentamiento en Uruguay





Calentamiento global: Hacer costará caro pero no hacer costará más caro


por Carlos Santiago (*)
Cuando en Uruguay pasamos los rigores de un invierno de una dureza que descolocó a muchos, sorprendiendo a otros y afectando a los demás en sus vidas cotidianas, quienes debieron consumir cantidades desusadas de energía para lograr niveles adecuados de calor, sin dejar de mencionar a los sectores menos favorecidos que seguramente sobrevivieron de mala manera una situación nueva, es hora que nos preguntemos las razones de una situación que es a
Por ello es bueno que situemos un problema que afecta al planeta en su conjunto y que ha puesto en ridículo, de alguna manera, a muchos responsables de la política económica del mundo que, como cómicos personajes animados, estaban solo omnubilados por la competencia en el mercado y el crecimiento, considerando como único teatro de operaciones su país y el mundo por sus ramificaciones comerciales:
Los hechos han demostrado que las cosas han cambiado rotundamente y el cambio climático global, producto del mal manejo de la economía ha aparecido mostrando una cara siniestra que coloca a la humanidad ante alternativas de hierro aue deberá cumplir, porque el planeta es uno solo y no tiene repuesto.
Para más de un experto el cambio climático representa un desafío único para la economía ya que constituye el fracaso del mercado según dice concretamente el ex vicepresidente del Banco Mundial, Nicolas Stern, que califica como- el más importante fracaso del capitalismo mundial, más extendido, nunca conocido
La situación es sumamente grave para un país como el nuestro en donde todavía no se ha tomado plena conciencia de la gravedad del tema, de su costo humano y material y de la necesidad que se tiene también en nuestra dimensión- de adoptar las medidas adecuadas y urgentes que determinen cambios rotundos en la matriz energética.
Porque el Uruguay tambié, por una razón de subsistencia, tiene que comenzar a adoptar medidas de urgencia destinadas a contribuir a una solución global a un problema que ya está produciendo pérdidas que se acercan en lo cuantitativo al 20 por ciento del PIB mundial (5.500 mil millones de dólares)
Esos responsables políticos de que hablamos, por soberbia o ignorancia despreciaban y olvidaban el hecho de que los recursos naturales provienen de este mismo planeta y que la energía abundante y barata necesariamente es finita y que los lazos entre la actividad humana y la explotación de los recursos naturales se condujo siempre por el peor de los caminos, el del lucro, la especulación financiera y la depredación sin medida.
Poco después las abundantes pruebas de necesidades de acciones urgentes ante el calentamiento climático se incrementaron y la comunidad cienífica pasó de la interrogación a la duda, de la duda a la presunción y de esta a la certeza. Y en este panorama aparecieron las largas huellas de la corrupción. Por ejemplo se supo que hasta hace tan solo un año un grupo poderoso como Exxon Móbil gasto decenas de millones de dólares para financiar a organismos encargados de manipular información sobre calentamiento climático, con el fin de apaciguar la creciente alarma mundial
El clima no es solamente el tiempo que hace fuera de la casa, sino un ciclo completo y complejo donde entran factores múltiples que interactuan sobre el este, el agua, provocando sequías, inundaciones, polución y por lo tanto, migraciones de población, desertificación; epidemias; incendios; pérdida de la biodiversidad; frios o calores no previstos y fuera de la tradición de regiones y países.
Y Uruguay no vive dentro de una campaña de cristal que lo preserva de males y determina que se puedan alejar en el tiempo la toma de decisiones decisivas que nos afectarán a todos. Acaso es posible plantearse dentro de este panorama proyectar la construcción de centrales energéticas que no funcionen en base a sistemas de producción limpios ? Sería adecuado construir otra central que funcionara con gas, petróleo o carbón cuando el mundo va en otra dirección, buscando en la energía eólica y en la nuclear las soluciones de energía que se necesitan?
La otra solución, lamentablemente, tan uruguaya sería la de no hacer nada y buscar en la interconección energética una solución que nosotros no nos animamos a adoptar. Claro, no se si se tendrá en cuenta que si no se hace nada o poco como está ocurriendo mayormente a nivel mundial - las reservas de gas con efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno) se duplicarán rápidamente década a década y la temperatura media aumentara cerca de 5 grados en forma global, lo que seríi catastrófico para los países costeros por lo que implicaría en el cambio del nivel de las aguas de los océanos. Y de ello, se cree por ventura, que Uruguay esta exento?
Ademas otro riesgo evidente del calentamiento climático implica una disminución de la capacidad del mar y de la tierra para producir biomasa para la alimentación, la energía y a jugar su rol activo de fuente y receptáculo de la biodiversidad.
Este riesgo puede ocurrir catastróficamente en el 2015, según sitúan algunos científicos, siguiendo las tendencias de estos últimos años, por lo cual hay urgencia de actuar de inmediato.
En su informe el ex vicepresidente del Banco Mundial, Nicolas Stern, calculó en 5.500 mil millones de dólares el costo global de esta inacción
representa una cifra cercana al 20 PBI mundial. Para el PNUD el costo del calentamiento global se duplicará cada diez años:
Hacer costará caro pero no hacer costará msá caro . Para este experto el cambio climático representa un desafío único para la economaí: Constituye el fracaso del mercado más importante y más extendido, nunca conocido
Para Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU el calentamiento climático podría también comprometer la paz y la seguridad internacional, haciendo un llamado el funcionario a luchar contra la pobreza, ya que se puede hablar de un costo social del carbono
Cuando se habla de hambrunas pandemias, y riesgos de conflictos no se está en un problema coyuntural sino en una crisis planetaria que constituir áen el desafío principal del siglo XXI.
Mientras tanto conviene hablar del tema porque sería insuficiente sólo que nos sentáramos a esperar una solución proveniente del sistema político, cuando la misma debe provenir de todos.

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