miércoles, 5 de mayo de 2010

Como se observa en el cuadro, a Uruguay le corresponde la porción menor; aunque ocupa el 25% de nuestro territorio continental, en los Departamentos de: Artigas, Paysandú, Rivera, Salto y Tacuarembó.
La formación geológica que lo contiene, está compuesta fundamentalmente por areniscas muy porosas con un espesor que oscila entre 50 y 800m; y el límite superior del agua contenida varía entre 20 y 1500m de profundidad.
En una comparación muy simplificada, esta formación geológica se comporta como una esponja subterránea extendida sobre un gran territorio. Presenta zonas altas donde se produce la recarga con el agua de lluvia, ríos y arroyos, y zonas bajas donde descarga directa o indirectamente a los cursos de agua superficiales.

En nuestro país, en los suelos arenosos de Tacuarembó y Rivera el agua se encuentra a pocos metros de la superficie; en cambio en el litoral de Artigas, Salto y Paysandú, se encuentra a profundidades en promedio superiores a 1000m y por debajo de un manto espeso de rocas basálticas.
El agua almacenada en todo el SAG se estima en 37.000 km3 (1 km3 equivale a mil millones de litros); aunque el volumen explotable sin provocar su agotamiento gradual, se estima en promedio en 60 km3 anuales. Para tener una idea simple de lo que significa esta cantidad, citamos el siguiente ejemplo: Si consideramos que una persona requiere 150 litros de agua potable por día equivalentes a 54,75 m3/año (consumo razonable para las necesidades solamente de agua de alta calidad); los 60 km3 permitirían abastecer las necesidades de 1096 millones de personas, equivalentes a más de 4 veces la población total de los 4 países involucrados o a una sexta parte de la humanidad.




Cuando disfrutamos a las termas del Litoral, no somos concientes que esa agua que surge caliente y cristalina proviene de la infiltración de la lluvia y los cursos superficiales en tierras lejanas, donde ingresó al acuífero probablemente hace cientos o miles de años.
En el mismo sentido, desconocemos la vulnerabilidad de ese recurso natural aparentemente inacabable y la interdependencia transfronteriza que tenemos entre los países vecinos.

Este breve artículo pretende sensibilizar a la población, respecto a que esa agua que disfrutamos en forma dispendiosa tiene un inmenso valor estratégico para nuestro futuro, por pertenecer a uno de los acuíferos más importantes del planeta por la cantidad y calidad de sus aguas.
No obstante nuestros países ya han comenzado a actuar en forma integrada dando los pasos iniciales necesarios para gestionar la protección y desarrollo sostenible, de este patrimonio natural.

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