miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuidados del agua

Cuidado del agua.

Todo lo que se ha visto, que es la gran importancia que tiene el agua para la vida humana y para la vida en general en el planeta, sirve para comprender lo importante que es cuidarla; no solamente evitando malgastar el agua de que disponemos, sino también evitando que se contamine.

Si bien es cierto que a escala mundial el agua siempre seguirá existiendo en la misma cantidad, porque el agua es un recurso natural renovable; no es menos cierto que en cada lugar solamente puede obtenerse una cantidad limitada; y por lo tanto, debe cuidarse. En el Uruguay estamos acostumbrados a que el agua sea abundante y en general facilmente accesible; pero no debemos perder de vista que igualmente es una sustancia muy valiosa, que debe utilizarse con prudencia así como evitar su degradación por el exceso de contaminación de las fuentes utilizables. No hay que olvidar que, precisamente por ser un recurso renovable, el agua deberá utilizarse una y otra vez; por lo cual hay que preocuparse de que sea posible disponer de ella en condiciones adecuadas.

Del mismo modo que es vehículo de vida, el agua puede ser el medio por el cual se difundan enfermedades; cuando se le incorporen sustancias malignas para la salud o la vida, como ocurre cuando algunos productos de desecho son echados a las corrientes de agua sin una debida depuración previa.

El agua constituye, por sus propiedades, una sustancia sumamente útil para ciertos procesos industriales, al igual que como medio de saneamiento de las ciudades y de limpieza en general. Para muchos de esos fines, se disuelven en ella productos - como los jabones y detergentes - que operan sobre otras sustancias haciéndolas también solubles en el agua, para separarlas y extraerlas. Pero eso da por resultado aguas que contienen sustancias perjudiciales, que se llaman aguas servidas, de las que es preciso deshacerse.

La disposición de las aguas servidas debe realizarse de tal manera que sea posible evitar que las sustancias perjudiciales que contienen, contaminen las fuentes de aguas puras, de las que es preciso obtener nuevamente agua en condiciones que permitan usarla sin peligro. Para ello, es preciso que, antes de devolver esas aguas a los cauces de la naturaleza, se le separe esas sustancias perjudiciales; y a la vez ellas sean procesadas en forma de quitarles esa condición. A eso, se le llama la depuración del agua; que significa devolverle su pureza originaria.

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